martes, 17 de marzo de 2009

LA TIERRA PRIMITIVA

La Tierra primitiva no era como la Tierra actual. Por tanto, antes de comprender cómo se pudo originar la vida, es preciso entender cómo era la Tierra al inicio de su historia.
Se piensa que debieron de transcurrir más de 1.000 millones de años desde que se formó la Tierra, hace unos 4.500 millones de años, hasta que apareció la vida. Durante ese período se produjeron numerosos cambios en el planeta, de los cuales los más importantes fueron la consolidación de los materiales de la litosfera y la aparición de la atmósfera.
La atmósfera primitiva de la Tierra era muy diferente de la actual. Los gases más abundantes en ella eran el dióxido de carbono y el nitrógeno y, en menor proporción, había amoniaco, dióxido de azufre y ácido clorhídrico. Además, tenía otro componente muy importante: el agua. Salvo por la presencia de agua, la atmósfera primitiva de nuestro planeta era muy parecida a las que existen en la actualidad en otros planetas del Sistema Solar, como Venus y Marte. Se cree que esta atmósfera era bastante inestable y que se producían con frecuencia lluvias ácidas y fuertes tormentas eléctricas.
Se supone que tenía mucha importancia el vulcanismo. De hecho, la mayor parte de los gases de la atmósfera primitiva tenían su origen en las emisiones volcánicas.

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